Basándome en el artículo publicado en ingles en el Internationalfreelancersacademy, haré un breve resumen de mis impresiones.
Es cierto, nunca hay que decirle a un cliente «En qué puedo ayudarle», sino «Le puedo ayudar así…», convertir esas 5 palabras en 4. La mayoría de las ocasiones, sobre todo en el mundo freelance que tiene que ver con Internet, muchos clientes oyen campanas de lo que hay, lo que debe ser y lo que le ha visto al vecino… bien, dejémosle hablar, escuchemos con atención, y una vez analizados los comentarios, le entramos con un «Le puedo ayudar con lo siguiente…».
De esta forma el cliente nos va a ver con una actitud mucho más proactiva, antes que la actitud confesora de «Cuéntame hijo, cuéntame…». Si damos una imagen resolutiva, primero escuchamos y luego planteamos soluciones, seguro que la percepción que el cliente tiene de nosotros es mucho más profesional y positiva, puesto que no solo estamos escuchando, sino que le estamos dando soluciones y alternativas.
Por supuesto, esto no siempre es posible ni cuadra con todos los clientes, pero es una cosa interesante a tener en mente, es una cuestión de actitud, escuchar y dar solución, mucho mejor que sólo escuchar o establecer un marco pecador-confesor, que no precisamente enarbola la bandera de la confianza y seguridad que nuestros clientes seguro que quieren ver en nosotros.